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“sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo,”
Efesios 4:15 (LBLA)
Una de mis principales motivaciones para ayudarte a obtener el control de tu dinero es para que puedas estar en condiciones de ayudar a otros y dar en forma extravagante.
El motor de nuestro mundo funciona con el combustible del dinero, y si tienes la capacidad financiera, puedes hacer mucho bien.
Como dijo Margaret Thatcher: “Nadie recordaría al buen samaritano si sólo hubiera tenido buenas intenciones; tenía dinero también.”
Pero ¿cómo definir la ayuda en el caso de los amigos y la familia que están en necesidad económica? ¿Qué sucede cuando recibes esa llamada telefónica o ese e-mail diciendo: “Estoy en necesidad de dinero“? ¿Les prestamos el dinero que nos piden?
¿Debemos simplemente dar el dinero si lo tenemos, independientemente de la persona o la situación? ¿Hay un buen momento para decirle que no a alguien que dice que está en gran necesidad?
Me gustaría darte un proceso simple para ayudarte a lidiar con una solicitud financiera de un familiar o un amigo. Espero que te sea útil para operar con tu familiar o amigo en la verdad y en el amor.
1. Ora
Como cristiano, este es por lo general mi primer paso. Pide tiempo para responder y considerar la solicitud. Personalmente, necesito la sabiduría divina para evaluar la situación y la persona que hace la solicitud. Si no eres una persona de oración, considera que si necesitas tiempo para pensarlo.
Por favor, tómate tu tiempo para evaluar lo que vas a hacer. No respondas de inmediato simplemente por la emoción. Claro, la emoción y los sentimientos juegan un papel en esto, pero asegúrate de que te das tiempo para decidir.
2. Discútelo
Si estás casado, no evites este paso. Recuerda, tú y tu cónyuge están construyendo una vida juntos y deben tomar decisiones de dinero juntos. No trates de esconderlo para evitar una conversación difícil. Tu cónyuge merece la verdad y la oportunidad de responder y opinar sobre la decisión.
Habla del asunto con tu pareja ya que necesitas tu sabiduría para responder a esta situación. Si eres soltero, tienes la necesidad de la sabiduría de un amigo o un asesor de confianza. Esta persona te puede dar un asesoramiento objetivo para ayudarte a tomar tu decisión.
3. Di la Verdad
Aquí viene lo que podría ser la parte más difícil. Puedes saber por qué esta persona está en esta situación. Es muy posible que un gran problema, como una enfermedad o la pérdida del empleo es la causa de las dificultades financieras.
Pero también es muy posible que sea el resultado de la mala administración del dinero. No me entiendas mal. He administrado mal un gran montón de dinero en el pasado, así que entiendo cómo puede suceder. Todos cometemos errores con el dinero y sé que nos duele cuando alguien a quien amamos está cometiendo algunos de los mismos errores.
Sin embargo, esto podría ser una buena oportunidad para hablar con la verdad en la vida de esta persona. Si se siente lo suficientemente cercano a ti para pedir dinero, tú debes sentirte lo suficientemente cercano como para ofrecer un consejo en este momento.
Hable acerca de cómo se has transformado tu situación y decirle a esa persona que está dispuestos a caminar a su lado para compartir lo que has aprendido. La persona podría no ser tan receptivo en el futuro y puedes ser una gran parte de cambiar su situación de una vez y por todas.
4. Demuestra el Amor
Ten cuidado de cómo defines la ayuda. Personalmente, yo no le presto dinero a amigos o familiares, ya que cambia la naturaleza de la relación. Yo no necesito estar en una relación amo-esclavo con alguien que amo (Proverbios 22:7).
Sin embargo, si estás en condiciones de dar el dinero a esta persona hazlo. Asegúrate de que no vas a habilitar el mal comportamiento (es decir, dando un trago a un borracho) y que estás realmente ayudando. Si piensas que el dinero le hará daño a la persona, ten cuidado de que no estás haciendo el problema peor. Sería mejor demostrar el amor diciendo que no.
De lo contrario, si se trata de un miembro de la familia, es tu carne y sangre, dales el dinero. Si es un amigo, entonces por lo que más quieras, se un amigo (I Juan 3:17). Se una bendición cuando puedas ser una bendición.
Una última cosa. La persona puede insistir en pagarte el dinero. Se firme y establece que no estás haciendo un préstamo. Basta con decir que el único “pago” que deseas es para que ellos pongan sus finanzas en orden y que cuando llegue el momento, ayuden a alguien en necesidad. En otras palabras, les pedimos que sean una bendición para alguien más.
“Es mejor dar que prestar, y el costo es casi el mismo.”
Sir Philip Gibbs (1877-1962)
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