¿Has visto alguna vez mi hoja de presupuesto? Si le das un rápido vistazo, veras que la primera categoría es la categoría de “Dar”.
Como he escrito muchas, muchas veces anteriormente, yo creo que la clave para ganar el control sobre tu dinero es aprender a vivir dentro de un presupuesto mensual.
Pero así mismo creo que la piedra angular de tu presupuesto es tener un corazón generoso.
Así que hoy quiero darte mis motivos para dar.
Estos motivos vienen de mi punto de vista como cristiano y de mi experiencia personal.
Sin embargo, independientemente de tus creencias religiosas e incluso si no eres una persona de fe, el principio todavía aplica.
La generosidad es una marca distintiva de las personas que ganan con el dinero.
Yo creo que debemos dar porque Dios es el dueño, proveedor, y ejemplo.
Dios es el Dueño
Entiendo que soy un mayordomo, un administrador de activos para Dios y que Él es el dueño de todo (Salmo 24:1).
El no necesita mi dinero. Y de paso, no es mi dinero de todas maneras.
Pero es fundamental que yo entienda que todo le pertenece a Dios:
“Mía es la plata y mío es el oro” —declara el Señor de los ejércitos.
Hageo 2:8
«Pero ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecer tan generosamente todo esto? Porque de ti proceden todas las cosas, y de lo recibido de tu mano te damos.»
I Crónicas 29:14
Finalmente, como un mayordomo, también entiendo que voy a rendirle cuentas a Dios como dueño.
Voy a tener que responder por como he vivido mi vida y las finanzas son solamente una parte de esas cuentas (2 Corintios 5:9-10).
Dar es realmente una cuestión de obediencia.
Dios es el Proveedor
Todo viene de Dios. Es el proveedor por excelencia.
«Mas acuérdate del Señor tu Dios, porque Él es el que te da poder para hacer riquezas,»
Deuteronomio 8:18a
24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que en él hay, puesto que es Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos por manos de hombres,
25 ni es servido por manos humanas, como si necesitara de algo, puesto que El da a todos vida y aliento y todas las cosas;
Hechos 17:24-25
Uno de los grandes predicadores y maestros de la Biblia de nuestra generación, el Dr. David Jeremiah lo ha puesto así:
“Dios es un Dios de gracia. Su gracia proporciona fuerza para ganar, generosidad para dar y humildad para recibir.”
Dar es realmente una cuestión de gratitud.
Dios es el Ejemplo
El dio el mejor regalo al dar a Su Hijo como Salvador del mundo entero (I Juan 4:9-10).
Y en la medida en la que sobresalimos en la gracia de dar, nos hace más como Dios y como Cristo. Ellos son dadores.
Al seguir creciendo en nuestra semejanza a Cristo, debemos crecer en el aspecto de dar si queremos ser como Él (Romanos 8:29).
¿Podría haber algún mejor motivo?
Dar es realmente una cuestión de madurez espiritual.
«Dios es el gran dador. El gran proveedor. La fuente de toda bendición. Absolutamente generoso y totalmente fiable.
El mensaje sonoro y recurrente de las Escrituras es claro: Dios lo posee todo. Dios lo comparte todo. ¡Confía en Él, no en las cosas!”
Max Lucado, Autor y Pastor Cristiano (“Fearless”)
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