¿Qué tópicos evitas discutir con tu familia y amigos?
Por lo regular, si quieres tener la reunión familiar en paz o quieres pasar un buen rato con tus amigos, evitamos discutir los tópicos de religión o política.
Y si somos honestos, también evitamos hablar de dinero.
La discusión sobre finanzas se puede poner muy, muy personal, y muy, muy incómoda, muy, muy rápido.
Pero, ¿hay algún momento en el que podemos hablar de dinero con familia y amigos?
Y si es posible, ¿cómo lo hacemos?
En mi opinión, hay 2 situaciones en las cuales está bien el hablar de dinero con familia y amigos:
- Cuando alguien nos pide un consejo.
- Cuando alguien nos pide dinero prestado.
Así que vamos a ver cómo podemos hablar de dinero con amigos y familiares en estas situaciones.
1. Cuando alguien nos pide un consejo.
Si alguien te está pidiendo tu opinión sobre dinero, probablemente es porque sienten que pueden confiar en ti y que tienes algo que ofrecer.
Así que empieza por validar esa confianza mostrándoles gracia. Todos hemos cometido errores con el dinero.
Todos hemos hecho compras de las que nos arrepentimos. Todos hemos perdido oportunidades con el dinero. No es el momento para ofrecer críticas o juicio.
Segundo, concéntrate en el tópico. No es el momento de dar una disertación sobre todo lo que sabes sobre el dinero.
Esto no se trata de ti. Es acerca de ayudar a tu familiar o amigo en su momento de necesidad.
Finalmente, habla de cómo tú personalmente has manejado ese tópico financiero.
Comparte lo que funcionó para ti y también lo que no funcionó. Sé transparente y real.
Si sabes de buenos recursos financieros, compártelos con tu familia y amigos.
1. Cuando alguien nos pide dinero prestado.
Si estas en una buena situación financiera, eventualmente te vas a encontrar con esta situación.
Como he escrito anteriormente, creo que es un error el prestarle dinero a un familiar o amigo. Cambia la relación a una de dueño y esclavo (Prov 22:7).
Cuando llegue ese momento, debes evaluar cuidadosamente como defines la ayuda. Por supuesto, queremos demostrar amor y compasión.
Pero tienes que tener cuidado en que no estés promoviendo comportamientos dañinos. Quieres que tu familiar o amigo lleguen al punto en el que pueden caminar en su propia fortaleza financiera.
Si tienes la habilidad y piensas que el dinero los va a ayudar y no les va a hacer daño, dales el dinero.
Haz la compra de esa semana. Paga la cuenta de luz. Cómprales las medicinas que necesitan.
Y ya que te han pedido dinero prestado, ellos han abierto la puerta para que tú los ayudes de otra forma.
Tú puedes ser parte de su recuperación al compartir tus lecciones aprendidas. Háblales sobre tu viaje financiero.
Si hay un libro o clase financiera que crees los pueda ayudar, comparte esa información con ellos. Si están dispuestos a leer el libro o tomar la clase, ofrece pagar por el costo.
Recuerda, el objetivo principal es el ayudar a tu familiar o amigo a que nunca más estén en esa posición de tener que pedir dinero prestado.
Si están dispuestos a recibir tu ayuda, toma la oportunidad para caminar a su lado.
“Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe.”
Gálatas 6:10 (LBLA)
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